
La lluvia fue inyecciones letales
en cada poro de mi piel
la risa fue el grito de la desesperación
El abrazo fue el látigo
el beso fue la traición
las palabras fue el olor fétido
de la putrefacción de la mentira
Aun así el dolor fue una hecatombe
una erupción
adentro de torbellinos de lagrimas ninguna salió
la voz se perdió
la desilusión fue una muerte sin sentido
sin placer ni al dolor
Aun busco el sentido el saber
la mentira sabida.