domingo, febrero 22, 2009

Desmoronamiento…



Ahora no se que decir, la decadencia.

El vació hizo de nuevo parte de mi, esta vez me doy de cuenta…

Y siento el gran desgarro, es dolor físico, espiritual, del alma, dolor de mí ser.

No concibo el día de la noche, no concibo tiempo, ni distancia tampoco espacio.

Lo que más hace falta es esa equivocación de no imaginar, una mirada, una sonrisa, una falta de un no se que.

Tan solo una esperanza de ver un nuevo día venidero…

Caí despacio pero tan preciso,

En el precipicio que yo misma cabe

Con tanto anhelo, con tanto gozo, de verlo por terminado.

Cuando percibí lo que había excavado,

Fue tan grande mi desilusión que lo más digno de mí ser…

Fue caer en aquel agujero que venia creando.

Y caigo como las hojas caen en otoño,

Como cae un ave cuando ha sido cazada,

Caigo efímeramente, caigo sin vida, sin sentir…

Me desplomo por el aire, no lo siento perdí el conocimiento.

No lo se, presiento que siento caer…



2 comentarios:

  1. Atrapa y enredad en tus palabras.
    caer, sentir que tocamos fondo y aun asi quedarnos viendo como caemos :S

    muy buena imagen!

    ResponderEliminar
  2. Esas caídas nos recuerdan que hay un "aquí", que hay un "allá", que soy "yo", que es "you".
    Muchas veces ponemos tanto esmero en algo que lo único que logramos fue crear nuestra peor vergüenza.
    Sin embargo, nunca falta la telaraña que nos ayuda a trepar.

    ResponderEliminar